Cuando llega la Navidad todos nos ponemos sentimentales y hacemos cosas que no hacemos durante el resto del año. Por ejemplo, acordarnos de los pobres que nos rodean. Es lo que hacen más de cuarenta chefs famosos de Madrid en su proyecto caritativo Te invito a cenar. De momento sólo lo hacen en la capital de España. No descartan extender esta iniciativa solidaria a ciudades del resto de España.
Esta cena para pobres se hace este año en el IFEMA de Madrid. Asistirán unas mil personas, de todas las razas, religiones, gente mayor, gente más joven, familias. La única cosa que tienen en común es carecer de recursos para tener una cena de Nochebuena decente por su cuenta. No sé si esta cena será muy al gusto de todos los que asistan. Hay pobres que prefieren ser pobres sin que la gente se entere de su pobreza. Seguro que hubieran preferido un billete de cincuenta euros para ir a comer a donde quisieran.
La señora que atiende a una tía mía en Madrid asistió el año pasado a esta cena de Nochebuena y me comentó que todo el mundo se veía feliz. Eso sí, eran casi todos inmigrantes. Un pobre de aquí no es tan dado a enseñar su pobreza. Los que sirven la comida tratan a los pobres como amigos. Intentan pasarlo bien comiendo comidas que no están a su alcance en su día a día, con los villancicos y pensando que el amor infinito existe. Los alimentos que cocinan los chefs los aporta Mercamadrid de manera gratuita. Se tiene que notar que estamos en Navidad.
No os recomiendo ni os dejo de recomendar Te invito a cenar. Si vas, es porque no tienes nada mejor para pasar la Nochebuena. Una pena. Lo mejor es no tener que ir. Yo no iría ni que me muriera de hambre. No hay cosa peor que ir por la vida como un pobre que espera que le echen un trozo de pan para comer. Tienes que salir a exigir lo tuyo, no a recibir limosnas de los poderosos. Todo el mundo tiene derecho a tener un trabajo que le permita pagar sus gastos. Las limosnas ni para los perros callejeros. Las personas tienen que tener derechos. A mí que no me vengan con el cuento de una comida para pobres. Que les den dinero, si tanto tienen, y que vayan a comer a un restaurante sin el sambenito de "pobres". Eso sí sería dignidad.
Esta cena para pobres se hace este año en el IFEMA de Madrid. Asistirán unas mil personas, de todas las razas, religiones, gente mayor, gente más joven, familias. La única cosa que tienen en común es carecer de recursos para tener una cena de Nochebuena decente por su cuenta. No sé si esta cena será muy al gusto de todos los que asistan. Hay pobres que prefieren ser pobres sin que la gente se entere de su pobreza. Seguro que hubieran preferido un billete de cincuenta euros para ir a comer a donde quisieran.
La señora que atiende a una tía mía en Madrid asistió el año pasado a esta cena de Nochebuena y me comentó que todo el mundo se veía feliz. Eso sí, eran casi todos inmigrantes. Un pobre de aquí no es tan dado a enseñar su pobreza. Los que sirven la comida tratan a los pobres como amigos. Intentan pasarlo bien comiendo comidas que no están a su alcance en su día a día, con los villancicos y pensando que el amor infinito existe. Los alimentos que cocinan los chefs los aporta Mercamadrid de manera gratuita. Se tiene que notar que estamos en Navidad.
No os recomiendo ni os dejo de recomendar Te invito a cenar. Si vas, es porque no tienes nada mejor para pasar la Nochebuena. Una pena. Lo mejor es no tener que ir. Yo no iría ni que me muriera de hambre. No hay cosa peor que ir por la vida como un pobre que espera que le echen un trozo de pan para comer. Tienes que salir a exigir lo tuyo, no a recibir limosnas de los poderosos. Todo el mundo tiene derecho a tener un trabajo que le permita pagar sus gastos. Las limosnas ni para los perros callejeros. Las personas tienen que tener derechos. A mí que no me vengan con el cuento de una comida para pobres. Que les den dinero, si tanto tienen, y que vayan a comer a un restaurante sin el sambenito de "pobres". Eso sí sería dignidad.
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 | Ver Tenerife desde sus plantaciones de plátanos es descubrir una isla muy distinta a la isla de fiestas y desenfreno que conocía yo. Fui con mi marido recorriendo las plantaciones porque mi chico quería hacer negocios de plátanos. te-lo-anuncio.blogspot.com |
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