No me pidas que no piense
en dinero y nada más
porque el vil metal me pone
una moto con pedal.
Yo pedaleo furiosa
y sueño con un caimán
triunfando en los negocios
como un delfín de mar.
El dinero, amor mío,
es sólo felicidad.
Compra caprichos y paga
vacaciones en el mar.
No me pidas que me olvide
de sumar y no restar
porque sólo el dinero
compra mi felicidad.
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