Me imagino cobrando
en un comercio maldito
por Drácula y sus socios
en los negocios que hacen.
Yo meto euros al sobre,
ellos sacan mis ganancias
con sus uñas de vampiros
y marchan a emborracharse.
Sigo contando mis euros
para sumar otro pago
mientras rezo al gran buda
que sonríe cuando gano.
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