El termómetro láser Dr. Meter IR-20 te permite medir la temperatura de las cosas. Te parecerá una tontería, pero te aseguro que no lo es. Puede que necesites saber la temperatura de un líquido, por ejemplo. Es el uso que yo le estoy dando a esta herramienta que utilizamos en casa más de lo que yo esperaba.
Tiene la ventaja de que mides la temperatura sin tocar el objeto gracias a los infrarrojos que lleva. No a gran distancia, por supuesto. La distancia de la que estamos hablando es de 2,5 cm como mínimo y como máximo 30 cm.
La desventaja que le encuentro es que hay que tener cuidado con la luz. No es nada buena ni para las personas ni para los animales. Por eso siempre lo usamos cuando las crías no andan cerca y también lo tenemos guardado lejos de sus manos curiosas.
No gasta mucha energía. Se te apaga solo cuando lo dejas encendido. Esto te permite un ahorro energético considerable, sobre todo en las casas donde somos bastante distraídos y lo dejamos todo sin apagar.10
Os lo recomiendo. Me costó 23 euros. No es muy barato ni muy caro. Yo lo compré porque se lo había visto a unos amigos y quedé encantada. Me viene de cine para medir las temperaturas del agua del pilón de la terraza. Se calienta bastante los días que hace sol cuando lo dejo lleno y, muchas veces, no necesito el agua muy caliente para lavar alguna prenda delicada que lavo a mano.
No es muy grande. Yo lo encuentro bastante manejable. Sólo pesa 180 gramos. No te cansa nada la mano con su peso.
Su diseño es muy de destornillador, como dice mi chico. Lo dice por su color amarillento anaranjado con algún toque en negro que le da aire de herramienta de carpintero.
En sus mediciones lo encuentro muy preciso. Enseguida encuentras las zonas más calientes o menos calientes gracias a su selector de modalidades de uso. Vas aplicando el puntero láser y te sale en su pantallita la temperatura.
Lo que no me gusta nada es su manual de instrucciones. Yo lo tiré porque no venía en español y en inglés estaban las explicaciones más enrolladas que una persiana veneciana.
Tiene la ventaja de que mides la temperatura sin tocar el objeto gracias a los infrarrojos que lleva. No a gran distancia, por supuesto. La distancia de la que estamos hablando es de 2,5 cm como mínimo y como máximo 30 cm.
La desventaja que le encuentro es que hay que tener cuidado con la luz. No es nada buena ni para las personas ni para los animales. Por eso siempre lo usamos cuando las crías no andan cerca y también lo tenemos guardado lejos de sus manos curiosas.
No gasta mucha energía. Se te apaga solo cuando lo dejas encendido. Esto te permite un ahorro energético considerable, sobre todo en las casas donde somos bastante distraídos y lo dejamos todo sin apagar.10
Os lo recomiendo. Me costó 23 euros. No es muy barato ni muy caro. Yo lo compré porque se lo había visto a unos amigos y quedé encantada. Me viene de cine para medir las temperaturas del agua del pilón de la terraza. Se calienta bastante los días que hace sol cuando lo dejo lleno y, muchas veces, no necesito el agua muy caliente para lavar alguna prenda delicada que lavo a mano.
No es muy grande. Yo lo encuentro bastante manejable. Sólo pesa 180 gramos. No te cansa nada la mano con su peso.
Su diseño es muy de destornillador, como dice mi chico. Lo dice por su color amarillento anaranjado con algún toque en negro que le da aire de herramienta de carpintero.
En sus mediciones lo encuentro muy preciso. Enseguida encuentras las zonas más calientes o menos calientes gracias a su selector de modalidades de uso. Vas aplicando el puntero láser y te sale en su pantallita la temperatura.
Lo que no me gusta nada es su manual de instrucciones. Yo lo tiré porque no venía en español y en inglés estaban las explicaciones más enrolladas que una persiana veneciana.
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